Es honesto empezar esta reflexión diciendo que soy absoluta fanática de dos emprendedores que, siendo muy distintos entre sí, han revolucionado sus respectivos sectores Steve Jobs y Amancio Ortega.
Jobs, sin carrera universitaria llegó a ser despedido de su empresa y Ortega "olfatea" sus tiendas en busca de información que plasma directa o indirectamente en su negocio.
¿Se les conocen títulos a estos dos “genios” ?
Lo cierto es que no. Estos son algunos ejemplos de lo que probablemente una buena mezcla del talento y talante ofrece a la sociedad de profesionales. Mi opinión es clara al respecto. El título no hace el talento, como el hábito no hace al monje.
Después de mas de 20 años reclutando y clasificando talento, he conocido auténticos dueños de talento forjados en la escuela de negocios más potente que existe, la del emprendimiento. Magos de la intuición que son capaces de señalarte donde hay dinero, pero que se muestran incapaces de definirte el procedimiento que permite la parametrización de dicho proceso.
Ahora bien, formarse y tener títulos es un valor añadido que probablemente no nos facilite dirigir bien una empresa, lograr que facture, que sea líder en su sector y/o mercado, pero que nos va a dar algo mucho más interesante a nivel personal: cultura, distintas perspectivas y enfoques de negocio, flexibilidad mental, empatía, así como capacidad para ordenar conocimientos.
¿Logramos entender que compra uno cuando quiere obtener un título? ¿Conocimiento, prestigio, capacidad de competir frente otros profesionales?
El papel lo soporta todo y la teoría es maravillosa, pero lo más importante es defender el logro de objetivos a través del conocimiento, lidiar en el " terreno" no es un ámbito en el que se sientan cómodos sistemáticamente los que más títulos poseen.
Como conclusión, me reafirmo en la idea de que el talento va antes que el título, sin embargo, desde la posición de Recruiter y más allá de los títulos que nos piden nuestros clientes como requerimientos necesarios en los procesos de selección, valoro la obtención de un título como un esfuerzo adicional, un tiempo y dedicación que un profesional ha invertido, y eso, también es valorable.
Maribel Rodriguez
Fundadora / Directora de DireActivas profesionales S.L.
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