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¿En cuántas cestas repartimos los huevos?

 

Durante años, muchos años, he albergado la firme creencia que es bueno y necesario, incluso una decisión de lo más inteligente tener un Plan B.

 

A veces hasta me sentía orgullosa no solo de tener un Plan B, también un Plan C, D y así hasta la Z.

 

Me hacía sentir previsora, estratega. Y con previsión y estrategia todo estaba bajo control.

 

Tiene gracia, sentirse previsora en un mundo imprevisible.

 

Convivía con frases como “no pongas todos los huevos en la misma cesta”.

 

Seguro que algún día la escuché de alguien que me pareció respetable, la frase me vino bien, y la hice mía. Del mismo modo que hacemos con muchas de las frases que escuchamos y propias creyendo firmemente en ellas, sin plantearnos el papel protagonista y consecuencias que esa creencia tendrá en nuestro futuro.

 

De una manera no consciente, me liberaba del peso que supone tener un solo plan, un solo objetivo, un solo foco. Así, y si no conseguía mi gran deseo, mi gran empresa, “Mi sueño”, tenía otros muchos en mente hacia los que dirigirme.

 

Pero cuando vuelvo la vista atrás puedo ver que los planes A se diluían entre esos otros planes menos atractivos, menos inspiradores, menos motivadores. Esos planes sin alma, que no cubrían mas que la idea de no haber fallado.

 

Dicen que todo tiene un beneficio oculto, y el beneficio en este caso para mí hoy deja de ser oculto para convertirse en evidente.

 

¿Qué mejor alternativa cuando se tiene miedo a no conseguir lo que se quiere y desea, que dejarlo aparcado y agarrar otra opción donde no te va la vida?

 

¿Qué mejor opción que la de obviar las piedras en el camino, cambiando de camino? ¡Como si no hubiese piedras en todos los caminos!.

 

Pero cuando pones el corazón en el camino elegido, me olvidé que las caídas dolían más, así que me ocupé en construir caminos alternativos, planes B.  Y si, la caídas duelen menos, pero falta la pasión, falta el corazón.

Transitas, sin más.

Y poco a poco vas perdiendo energía y foco. Y sin entender muy bien, también la ilusión.

 

A veces no se trató de miedo a no conseguirlo, a veces incluso se trató de miedo a conseguirlo, a merecerlo, o creer que lo podría conseguir.

 

¿Os imagináis que los grandes referentes en cualquier campo, hubiesen tenido un plan B? ¿Creéis que hubiesen llegado a conseguir lo que han conseguido y hoy serían referentes de algo?

 

Si Nelson Mandela hubiese pensado:

 

“Mi objetivo es desmontar la estructura social y política del apartheid, pero tengo un plan B y si no sale el Plan A, voy a potenciar la agricultura ecológica en mi país”

 

No dudo que hubiese hecho mucho por su país con la agricultura ecología, pero nunca hubiese conseguido lo que consiguió, porque en su camino encontró piedras, muchas piedras y el único modo de superarlas era teniendo foco, poniendo toda su pasión, su tiempo y energía en lo que quería aportar a toda la sociedad desmontando el apartheid.

 

FOCO, PASIÓN, TIEMPO Y ENERGÍA.

 

 

Me gustaría compartir que hace años fui consciente de esta creencia y de sus consecuencias. No es así.

Lo que si puedo compartir es que desde que lo he sido, en mi vida solo hay un Plan A, un foco, un objetivo, un deseo, un reto y, pasión por conseguirlo.

 

Y es que cuando comienzas un proyecto, del tipo que sea, personal o profesional es complicado decir NO a otras alternativas que aparecen. Es tentador abandonar cuando encuentras dificultades y hay un Plan B.

 

A veces mi confianza flaquea, y no son pocas.

 

Las trabas son muchas y siempre aparecen otras oportunidades que son más sencillas, al menos aparentemente.

 

Si estás en ese camino en el que has puesto tu corazón, te invito a valorar si esas otras alternativas que aparecen te acercan o alejan de tu sueño, porque si es así, si te alejan, piensa que cada NO en tu vida, da paso a muchos síes que te acercarán más tarde o más temprano a donde quieres llegar.

 

Y si, el tiempo es limitado, la energía es limitada, la vida es limitada y no la repetimos, y si la repetimos, no recordamos la anterior.

 

Bronnie Ware, experta en cuidados paliativos y enfermos terminales nos comparte en su libro la lista de los principales arrepentimientos que tiene la gente antes de morir, y el principal arrepentimiento de mucha gente es:

 

“Ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera”

 

 

Que cada uno obtenga su respuesta, esta es mi reflexión sobre en cuantas cestas colocar los huevos, de ¡Gallina feliz! si es posible.

 

Cristina Recuero

coaching, growth & branding

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Luisa Estévez (jueves, 05 enero 2023 19:09)

    Me encanta lo que dices y cómo lo dices Cristina. Me siento reflejada en estos momentos de mi vida porque estoy emprendiendo un proyecto y me cuesta avanzar. Gracias por la inspiración. Te escribiré para hablar contigo y me puedes ayudar. Gracias